Es bastante común que durante esta época de frío se confundan las enfermedades bacterianas con las virales. Sin embargo, es importante que conozcas las diferencias entre ambas para que inicies con el tratamiento adecuado.
Una de las principales diferencias es que las afecciones bacterianas las puedes tratar con antibióticos, pero en caso de las víricas solamente se emplean antirretrovirales para impedir la reproducción viral. ¿Deseas descubrir más? ¡Te lo contamos todo a continuación!
Enfermedades bacterianas
Es clave que conozcas que las bacterias son pequeños microorganismos que se reproducen en distintos tipos de ambientes. Algunas variedades residen en el frío o el calor extremo y otras pueden vivir en tu intestino.
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La mayoría de las bacterias no suelen representar peligro. Sin embargo, existen algunas excepciones como la amigdalitis estreptocócica, la tuberculosis o las infecciones urinarias, según lo indica Mayo Clinic.
En caso de que tengas alguna infección bacteriana aguda, es probable que padezcas de síntomas como fiebre, dolor de articulaciones y cansancio. Si se trata de una amigdalitis, notarás dolor al tragar, puntos blancos o ganglios inflamados, por ejemplo.
Es esencial que si padeces de alguno de estos síntomas, visites a tu médico de confianza para que realice la evaluación necesaria mediante un aislamiento de la bacteria en el cultivo. Con los resultados, recibirás el tratamiento con los antibióticos adecuados basados en el órgano afectado y el tipo de microorganismo.
Enfermedades virales
Los virus son aún más pequeños que las bacterias y necesitan alojarse en seres vivos como los humanos, las plantas o los animales para reproducirse. De lo contrario, estos no podrán subsistir.
Al momento que el virus ingresa al cuerpo, se apodera de algunas células y las utiliza para producir la infección. Entre las enfermedades que se pueden generar están la varicela, el SIDA, el resfriado común, la gripe, el coronavirus, la influenza, entre otras.
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La mayoría de estas infecciones las puedes prevenir mediante la administración de vacunas apropiadas. Con respecto al tratamiento, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los medicamentos antivirales solamente ayudarán a controlar los síntomas mientras que tu sistema inmune lucha contra el virus.
Es esencial que evites automedicarte, ya que el uso inadecuado de antibióticos, además de representar un costo innecesario, también puede provocar que las infecciones se vuelvan más resistentes. Por esta razón, es esencial que acudas con tu médico de confianza para que te brinde el tratamiento correcto, sin poner en riesgo tu salud.
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