¿Seguro de vida y sin beneficiarios?
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Un diagnóstico como el cáncer puede cambiar la vida de golpe, por lo que afrontar esta enfermedad es un proceso difícil y agotador. Aunque es un padecimiento físico, es importante no dejar de lado la salud mental.
Sobrellevar esta situación no es fácil, lo sabemos, pero sí es posible. Por eso, queremos ayudarte con algunas recomendaciones que pueden ayudarte a cuidar de tu salud mental en estos momentos y encontrar el horizonte que estás buscando para aprontar los cambios que vivirás.
1. Acepta tus emociones
Lo primero es aceptar cómo te sientes. Esto te ayudará a gestionar mejor tus emociones y no dejarte absorber por estados de ánimo depresivos. No se trata de reprimirlas, sino de aprender a navegar entre ellas hasta llegar a un mejor momento emocional.
Empieza por verbalizar cómo te sientes y ponlo en palabras que tengan sentido. Luego, identifica cuáles son los pensamientos que te llevan hacia esos estados de ánimo. No olvides que no hay emociones malas, todo lo que sientes es válido, así que date tiempo de sentirlas, pero procura no dejar que te absorban.
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2. No te adentres en la incertidumbre del futuro
Un diagnóstico como este tiene la fuerza de hacer que pongas tu vida en perspectiva, por lo que es inevitable pensar en el futuro. Sin embargo, esto puede llevarte a una espiral de preocupaciones que te provocarán más estrés y ansiedad.
Es normal que te sientas así, claro, pero busca la forma de que no te abrume. Una de las formas más recomendadas por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos es encontrar actividades que te relajen. Cualquiera que te guste, que te permita despejar la mente. Una opción que muchas personas encuentran muy útil son los ejercicios de respiración.
3. Duerme lo mejor posible
Cuando se trata de salud mental, el buen sueño es esencial. Al dormir, tu cuerpo produce melatonina y serotonina, hormonas que contrarrestan los efectos del estrés y que ayudan a sentirte descansado. Por el contrario, la falta de sueño hace que produzcas más cortisol, la hormona del estrés
Para que tu descanso sea reparador, procura dormir entre 7 y 8 horas cada noche y mantener un horario lo más constante posible. Si al acostarte empiezas a tener pensamientos negativos que te provocan insomnio, recurre a una actividad de relajación.
4. No te aisles
En momentos de estrés y depresión, es común querer alejarse de todo. Si necesitas tiempo a solas, tómalo, pero procura no distanciarte de tu entorno social por completo, ya que puede afectar más tu estado de ánimo, pues recuerda que no tienes por qué pasar por todo tú solo.
Toma en cuenta que estás rodeado de personas que te quieren y se preocupan por ti. Tu familia y amigos son tu red de apoyo, así que habla con ellos sobre cómo te sientes y qué necesitas en este momento. Ya sea solo escuchándote o ayudando a que te relajes, su presencia en tu vida es importante.
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5. Busca apoyo profesional
No es fácil lidiar con un diagnóstico de cáncer, por lo que es comprensible que sea difícil cuidar de tu salud mental tú solo. Por eso, una buena idea es considerar la opción de acudir con un psicólogo para que te ayude.
Un profesional puede guiarte para encontrar la forma de gestionar mejor tus emociones, como controlar la ansiedad o la depresión, por ejemplo. También te ayudará a sentirte menos abrumado o a encontrar las técnicas de relajación que más se acoplen a ti. Los beneficios de buscar ayuda psicológica son muchos.
Ante los momentos más difíciles de la vida, cuidar de tu salud mental es muy importante, ya que te permite encontrar y mantener la motivación para salir adelante. Recuerda que no se trata de obligarte a estar alegre, sino de cuidar que tus emociones no tomen el control de tu vida
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