Viajar es alejarse de un entorno conocido, seguro y cómodo para ir en busca de una vivencia. Básicamente, nadie quiere pasarla mal fuera de su entorno, de hecho el objetivo es contrario, pero tampoco nadie puede asegurar que no encontrará obstáculos.
Por eso, además de todos los documentos que necesitamos para conocer otros sitios, es fundamental ir protegidos.
Puedes pensar que en un periodo corto de unas vacaciones ninguna enfermedad va a atacarte, pero puedes creernos si te decimos que los virus, las bacterias y los accidentes no necesitan pasaporte para pasar una frontera.
Existen países que exigen contar con un seguro médico para otorgar una visa y aunque podríamos calificarlos de exigentes, de no hacerlo, de alguna manera ellos tendrían que sufragar algunos de tus gastos en caso de accidente.
La cobertura internacional de seguros médicos es tan variada como los turistas mismos, por eso aquí te responderemos esa pregunta que te estás haciendo: ¿cuál es el mejor plan de seguro médico para mí en caso de viaje?
Comenzaremos por exponer que un seguro médico internacional no solo es para los turistas. Esta protección te cubre en caso de que el tratamiento de tu enfermedad requiera de asistencia en otro país.
Además de eso, también cubre otras emergencias como el fallecimiento de uno de los beneficiarios fuera del país, los gastos que se generen por la suspensión de un viaje por emergencia y hasta el transporte y hospedaje de algún familiar que requiera ir a donde estés para cuidarte.
Cuando estás por contratar un seguro internacional lo primero que debes definir es qué es lo que necesitas, cuánto tiempo lo necesitas y cómo se ajustará a tu plan.
Un buen seguro incluye básicamente la cobertura médica, los gastos de emergencia o evacuación y la repatriación. Hay dos tipos de evacuación. Uno es cuando requieres asistencia y no está a tu alcance en donde te encuentres y otro es cuando exista un riesgo por un desastre potencial o algún conflicto civil.
Antes de firmar, asegúrate que tu contrato incluya estas características y ten en cuenta las excepciones tales como enfermedades preexistentes. Ojalá nunca lo llegues a necesitar, pero si se da el caso, ojalá que lo tengas para utilizarlo.