Diariamente, la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica registra alrededor de 20 a 25 nuevos casos de cáncer infantil. Estos alarmantes números están acompañados de muchas historias de coraje, valentía, lucha y fe, como el caso de Maribel*, la madre de Sebastián*, un alegre niño que tiene ahora 7 años, pero que luchó contra el cáncer. “Lo diagnosticaron a los 2 años y tres meses”, comenta Maribel al empezar la entrevista.
Así como ella, muchas madres y muchos padres batallan día a día al lado de sus hijos, esperando la pronta recuperación y poniendo toda la esperanza y fe en las manos de los médicos y profesionales. Sin embargo, para Maribel, la historia pudo haber sido diferente. “A Sebastián le diagnosticaron cáncer en septiembre de 2012. Nosotros cancelamos el seguro que teníamos en julio de ese mismo año”, indica.
La historia de Sebastián
Cuando Maribel y Francisco esperaban a su segundo hijo, Sebastián, pasaron por muchas dificultades económicas. Ella cuenta: “Sebastián fue prematuro y estaba cubierto con un seguro médico. Desde que nació, tenía cobertura. Nosotros, los papás, y su hermano, también teníamos seguro. Sin embargo, por cuestiones de deudas nos inscribimos en un curso donde nos aconsejaron dejar todos los rubros innecesarios para salir de deudas”.
La familia salió adelante y el seguro mantuvo su vigencia. “Sin embargo, casi no usábamos el seguro, pues yo tenía experiencia en farmacia; además, todos los miembros de la familia somos bastante sanos. Dos meses antes de terminar de pagar nuestras deudas, decidimos cancelar el seguro, confiando en que todo estaría bien”.
En septiembre de 2012 Sebastián fue diagnosticado con cáncer. Tenía un tumor del tamaño de la cabeza en el hígado. “Nos dimos cuenta porque un día mi esposo le tocó el estómago y lo tenía muy rígido. Mandamos el caso a la aseguradora para ver si nos apoyaban, pero no fue posible”, indicó la madre. “El médico nos pidió un ultrasonido y fue así como descubrieron una masa en el hígado de Sebastián. Tuvimos que recurrir a servicios públicos, pues el primer diagnóstico nos hubiera salido entre Q. 10 mil y Q. 15 mil”, afirmó.
La historia no continuó bien, pues en un siguiente diagnóstico la doctora les indicó que no había esperanza para el pequeño. “Después de muchos exámenes carísimos, la doctora nos dijo que el tumor no podía ser operado. Además, no nos recomendó la quimioterapia, pues no le daba mucha esperanza de vida. Mi esposo y yo decidimos hacer la lucha y sucedió el milagro”, comentó.
Sebastián, sin la ayuda de la institución que apoyó a la familia, hubiera gastado más de Q. 1 millón 500 mil. “Fueron diez quimioterapias y una operación en la cual le retiraron el tumor y parte del hígado”, dice Maribel. Sebastián está ahora en remisión y le gusta compartir con su familia. Tiene cinco años de estar libre de cáncer. La gratitud se hace evidente en la voz de Maribel. “Es tremendo”, agrega.
El seguro médico: Tu gran aliado
Contar con un seguro médico puede hacer la diferencia. Incluso los más pequeños están propensos a enfermedades que anteriormente eran exclusivas de los adultos. “Uno nunca sabe cuándo tendrá un problema médico. La cantidad de niños con cáncer actualmente es grande. Hay que asegurar a los hijos desde que nacen”, puntualizó Maribel.
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* Los nombres reales fueron cambiados