La verdad es que no muchas personas le dan el debido cuidado a las heridas que se hacen. Muchas veces lo más que hacen es lavarlas y aplicar un poco de pomada o alguna curita. Sin embargo, hay heridas que aunque no parezcan graves, suponen un posible riesgo de tétano, la cual no es una enfermedad tan sencilla de tratar. Así que si quieres evitar posibles riesgos y cuidar a tu familia y amigos, ¡sigue leyendo!
Es común escuchar que hay que tener cuidado de no herirnos con un pedazo de metal o hierro porque nos puede dar tétano. Pero, ¿quién en verdad sabe en qué consiste esta enfermedad y lo peligrosa que puede llegar a ser? La verdad es que no muchos se han tomado el tiempo para buscar información sobre esto y sobre cómo prevenir un posible contagio. Así que, a continuación, te contamos un poco más de la enfermedad, qué heridas suponen un riesgo y qué hacer, ¡presta atención!
El tétano es una enfermedad bacteriana grave que afecta el sistema nervioso, puede ocasionar contracciones musculares dolorosas, interferir con la capacidad de respirar y puede ser incluso potencialmente mortal. Sin embargo, gracias a la vacuna contra el tétano, los casos de esta enfermedad son cada vez más inusuales. Por esto, es preciso que el calendario de vacunas se lleve al día y se guarden las debidas precauciones.
Los síntomas del tétano pueden aparecer desde unos pocos días hasta varias semanas luego de que la bacteria ingresa al cuerpo mediante una herida. El período de incubación es de 7 a 10 días. Los principales síntomas son espasmos y rigidez en los músculos de la mandíbula, rigidez en el cuello, dificultad para tragar, espasmos dolorosos, fiebre, frecuencia cardíaca acelerada, presión elevada, rigidez en los músculos abdominales y demás.
La bacteria que origina esta enfermedad es llamada Clostridium tetani y se puede encontrar en el suelo, polvo y heces de los animales. Cuando tienes una herida profunda, las esporas de la bacteria ingresan a tu cuerpo y pueden producir la potente toxina que afecta los nervios que controlan los músculos.
Para comenzar es necesario estar vacunado contra el tétano. Si recientemente te has hecho una herida puedes pedir al médico un refuerzo de la vacuna para evitar complicaciones. Además, si no estás seguro de cuándo recibiste el último refuerzo, solicita uno, ya que los adultos deben recibir un refuerzo cada 10 años.
La siguiente recomendación es identificar las heridas a las cuales debes ponerles más atención o cuidado, pues el cuidado inmediato y adecuado de la herida puede prevenir la infección. Así que, toma nota si las heridas son como las siguientes:
Heridas o quemaduras que precisen de intervención quirúrgica
Heridas con objetos punzantes que estén sucios o hayan estado en contacto con estiércol, suciedad o tierra
Heridas contaminadas con un cuerpo extraño como astillas de madera, plástico, clavos y metales
Heridas con fracturas
Mordeduras
Si presentas una de estas heridas rápidamente debes limpiara, desinfectarla y acudir inmediatamente a un médico para poner una vacuna de refuerzo contra el tétano o para que te brinde alguna recomendación de lo que habría que hacer, dependiendo de la gravedad de la herida.
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