Con la llegada del invierno, es común que se presenten los resfriados. Por ello, es fundamental mantener tu sistema inmunológico en óptimas condiciones. Esta afección pueden parecer inofensiva, pero sus síntomas son capaces de interrumpir tu día a día, afectando tu productividad y bienestar.
Afortunadamente, el mundo de la medicina ofrece distintas opciones para fortalecer tus defensas, entre ellas están las vitaminas. Al incorporarlas en tu dieta diaria, no solo estarás mejorando tu salud general, sino también preparándote para enfrentar el frío sin temor. ¡Conoce las más esenciales a continuación!
La vitamina A es una de las vitaminas más importantes para poder regular la producción y actividad de los linfocitos T dentro de tu cuerpo. Los linfocitos T son células inmunitarias que necesitas para que los virus y las bacterias no se propaguen en nuestro cuerpo con facilidad y para evitar contagiarse fácilmente del virus del resfriado.
Otra de las funciones más significativas de esta vitamina es que te ayuda a mantener en buen estado las mucosas de las vías respiratorias, ayudando así a que estas formen una barrera para impedir la entrada de agentes infecciosos.
Si quieres aumentar la vitamina A procura ingerir alimentos como los huevos, el pescado y los lácteos. Además, muchas verduras y frutas de color verde como las espinacas, el brócoli, entre otras. Y de color amarillo-anaranjado como la zanahoria y la calabaza.
La vitamina C es sin duda la más popular para combatir cualquier tipo de resfriado. Esto es porque influye directamente en la actividad de las células defensoras del cuerpo, mejorando nuestro sistema inmune.
La vitamina C se encuentra en casi todas las verduras, hortalizas y frutas frescas y secas. Así que procura ingerir una buena porción de frutas y verduras a tus comidas, en especial naranjas y limón.
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Las vitaminas del grupo B son vitaminas como el B6, B12, B9 y demás. Estas son vitales para el organismo ya que participan en la formación del ADN y de las proteínas implicadas en el sistema inmunitario. Si estas vitaminas te faltan es cuando se da el ‘defensas bajas’ así que procura incluirlas en tu dieta.
Las puedes encontrar fácilmente en los cereales integrales, legumbres, pescado, hojas verdes, frutos secos, carne, mariscos, leche o huevos.
La vitamina D es muy conocida también para la protección del sistema y de las defensas. Cuando tus niveles de vitamina D son bajos, las células asesinas del sistema inmunitario no se activan y no pueden actuar contra los agentes patógenos.
Así que consúmela en el pescado, sardinas, los huevos, los lácteos y, además, la puedes obtener al exponerte moderadamente al sol.
La vitamina E es uno de los antioxidantes naturales que existen y fortalece al sistema inmunitario, pues protege sus células. Es una de las vitaminas más útiles para las personas mayores que tienen bajas sus defensas. Encuéntrala en el aceite de oliva virgen, aceitunas, frutos secos, trigo, aguacate y verduras de hoja verde como la espinaca.
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¡Ahora ya lo sabes! Comienza a balancear tus comidas para obtener todas las vitaminas que necesitas y, así, proteger tu cuerpo como se debe.
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