¿Sabes por qué debes cuidar tus niveles de glucosa?
Si tú o algún familiar padece de diabetes, seguro has escuchado que es importante cuidar los...
Cuando hablamos de antojos, ¡nadie se salva! Además, pueden ocurrir en cualquier momento del día como en la oficina, antes de dormir o mientras estamos de compras. ¿Sabías que son una forma en la que tu estómago informa al cerebro que tiene hambre o requiere de ciertas proteínas?
El cerebro es un órgano tan impresionante que forma memorias sensoriales asociadas a un alimento que nos produce ciertas emociones. A la vez, cuando existe deficiencia de algún nutriente se recibe el mensaje en forma de antojo. ¡Conoce más a continuación!
Antojo de alimentos salados
Según el medio digital El Comercio, muchas veces cuando sentimos antojo de algo salado puede significar una baja en tus niveles de sodio. Este mineral es esencial para tu bienestar, ya que ayuda a mantener la presión arterial y el agua en el cuerpo en los niveles normales.
Es común tener antojo de algo salado después de haber estado enfermo, en especial si hubo vómitos y diarrea, pues causa deshidratación. Algo muy similar pasa después de ejercitarte.
Antojo de alimentos dulces
Por lo general, indica una falta de Omega 3, de proteínas o una baja en los niveles de azúcar. Según el Centro Integral de Nutrición Islas Baleares de España, los alimentos dulces propician la generación de dopamina o también conocida como la hormona de la felicidad, así que ante situaciones de estrés o ansiedad es normal que se nos antojen.
Sin embargo, debemos tener mucho cuidado, pues el exceso puede afectar el páncreas y desencadenar otras enfermedades graves. Nuestra recomendación es que, en lugar de un bocadillo dulce, elijas una fruta fresca y jugosa.
Antojo de chocolate
Según los especialistas de MetLife este antojo está comúnmente asociado a una falta de magnesio, un mineral muy importante para el organismo, ya que tiene diversos beneficios. Entre ellos están: ayuda a fortalecer y equilibrar el sistema inmunológico, controla la ansiedad, actúa como relajante muscular, previene la inflamación y la degeneración de los huesos.
Si vas a caer en la tentación de comer chocolate, lo mejor es que sea amargo, pues es rico en antioxidantes y contiene menos azúcar que el resto. Además, es recomendable que incluyas alimentos ricos en magnesio como nueces, semillas de girasol, pescado y verduras de hoja verde.
Es importante que aprendamos a descifrar los antojos, ya que es la forma en que el cuerpo utiliza para informarnos sobre alguna necesidad de algún alimento o nutriente en específico. Además, es fundamental que aprendas a no caer siempre en ellos, pues podrían desencadenar enfermedades más complejas.
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