Un mal estilo de conducción te pone en riesgo e influye en el cuidado del vehículo.
Conducir adecuadamente no es solo respetar las recomendaciones de seguridad vial , sino también poner atención a la manera en que se trata al motor y los neumáticos.
Los manuales de los autos y camionetas incluyen una serie de recomendaciones del fabricante en cuanto a cómo revolucionar el motor, en qué niveles mantener los líquidos y el inflado de las llantas y la periodicidad con que se debe dar servicio a los vehículos.
Un buen conductor está al tanto de las necesidades de su carro, mientras que uno malo deja todo a la desidia y se expone a fallas mecánicas que no solo serán costosas sino también pueden representar un peligro para él y los demás.
Entre las causas más comunes de descomposturas originadas por conducir mal, están:
-
"Calentar" el motor antes de arrancar
Esta es una mala práctica muy común con la que afectas a tu automóvil incluso antes de ponerlo en movimiento. Gastas combustible innecesariamente, pero también haces trabajar a las partes de la máquina sin que haya alcanzado una temperatura adecuada.
Los fabricantes recomiendan echar a andar el vehículo a bajas revoluciones y que el motor se vaya calentando sobre la marcha.
-
Exigir demasiado a la máquina
Tanto si se revoluciona de menos como si se hace de más, las piezas del motor sufren un desgaste innecesario.
Si conduces a bajas revoluciones, no ahorras combustible, pero sí sometes al motor a un esfuerzo excesivo. Por el contrario, si aceleras y haces que la máquina funcione al máximo de sus revoluciones por periodos prolongados, más si el auto está detenido, se deterioran sus partes y se reduce su vida útil.
-
Abusar del sistema de frenado
Si los acelerones son malos en sí mismos, más lo son si te obligan a frenar continuamente, pues se van desgastando las pastillas del sistema de frenado.
En zonas urbanas, debes procurar mantener una velocidad constante para no verte en la necesidad de frenar repentinamente; y en carretera lo ideal es utilizar la caja de cambios para desacelerar el auto antes de pisar el pedal de freno.
Otra mala costumbre es mantener el pie sobre el pedal del freno cuando se circula, pues los discos están girando y liman las pastillas, reduciendo su vida útil.
-
Dejar que se vacíe el tanque de gasolina
Esperar hasta que se agote el combustible y quedarnos tirados en carretera no es agradable, pero además exige demasiado a la bomba de gasolina y hace que se deteriore rápidamente.
Además, tanto la bomba como el sistema de inyección van acumulando la suciedad que se deposita con el tiempo al fondo del tanque, lo cual provoca su descompostura y demanda su reemplazo.
-
No revisar el inflado de las llantas
Se debe hacer al menos una vez a la semana, para verificar que las cuatro, e incluso la de refacción, estén al nivel recomendado por el fabricante.
Si un neumático está desinflado, se desgastan más los bordes del piso del mismo, mientras que si está inflado de más, el desgaste se presenta en la parte central.
Esto provoca inestabilidad al conducir y puede producir estallidos o pinchazos que ponen en riesgo al conductor y a otros automovilistas o transeúntes.
-
Descuidar las señales de alerta del tablero
Los testigos del tablero de instrumentos no están de adorno, sirven para alertarnos a tiempo de un calentamiento excesivo, una pérdida de presión del aceite o alguna otra falla del motor.
Es necesario que los monitorees al estar conduciendo y te detengas si te indican alguna avería. Seguir conduciendo puede resultar en una descompostura aún más costosa o en un riesgo de seguridad vial.
En estos casos, o cuando te quedas sin combustible o se baja un neumático, los servicios de asistencia vial de los seguros de autos pueden acudir en tu auxilio. Solo debes buscar un lugar donde te puedas estacionar sin riesgos y llamar a tu aseguradora para que te envíe a una grúa y un mecánico que te pueda prestar ayuda en el lugar o remolcar el auto al taller más cercano.
Atender estas recomendaciones es parte de tu responsabilidad como buen conductor, pues no solo alargarás la vida de tu auto y conservarás su valor, sino también evitarás tener contratiempos o accidentes por descomposturas inesperadas.