Las enfermedades respiratorias son comunes en la temporada de lluvia, pero puedes adoptar medidas de prevención para proteger a tu familia.
La prevención de enfermedades en la temporada de lluvia comienza con una alimentación balanceada para reforzar al organismo y con medidas de higiene básicas para evitar contagios.
Pero también debes considerar medidas de protección esenciales ante la inclemencia del clima:
1. Llevar impermeables y paraguas a la mano para que no los sorprenda la lluvia.
2. Usar botas, zapatos cerrados o, en su caso, protectores de calzado para evitar que se mojen los pies.
3. No exponerse a cambios bruscos de temperatura o a corrientes de aire enfriado por las lluvias.
4. Evitar salir en las mañanas con el cabello húmedo. Pueden hacer uso de secadoras de pelo o, si es posible, bañarse por las noches.
5. En caso de mojarse, procurar llegar pronto a casa y darse un baño. Si tienes hijos pequeños, llévales un cambio de ropa para cambiarlos en la primera oportunidad.
6. Usar tapabocas en espacios cerrados donde haya alguna persona con síntomas de enfermedades respiratorias.
7. Lavarse bien las manos al regresar a casa y después de tener contacto con áreas de uso público que puedan estar contaminadas.
8. Reforzar al sistema inmunológico con alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, para prevenir resfriados.
9. Aplicarse las vacunas contra la influenza que sean indicadas según el factor de riesgo de cada miembro de la familia.
10. No exponerse al humo de los fumadores en espacios cerrados, ni hacer ejercicio en el exterior si se elevan los niveles de contaminantes en el aire.
Aun ante estas medidas de prevención, es posible que tú o algún miembro de tu familia contraigan una enfermedad respiratoria.
En ese caso, debes aumentar la higiene en el hogar para que no se propague el contagio y atender debidamente al paciente para evitar complicaciones que deriven en un padecimiento más grave como una neumonía.
Acudir al médico es esencial, pues solo él puede determinar la causa de la enfermedad y ofrecer el tratamiento adecuado.
Para que estas consultas no mermen tus finanzas, es conveniente que cuentes con un seguro de gastos médicos que cubra los costos de la atención, el tratamiento y, de ser necesario, la atención hospitalaria.
Cuida de ti y de los tuyos previniendo la exposición a las enfermedades respiratorias y evitando los factores de riesgo, pero también protegiéndolos con una póliza de seguro médico que te apoye para brindarles la atención médica que necesitan en todo momento.