Año tras año hemos escuchado las consecuencias de la diabetes para la salud de las personas mayores. Entre las más comunes están: enfermedades en el corazón, daños en el sistema nervioso, afecciones renales, complicaciones en la piel, entre otras. Sin embargo, no todos conocemos que en el mundo existen alrededor de 463 millones de personas con este padecimiento según la Federación Internacional de la Diabetes.
Existen 3 tipos de diabetes: la tipo 1, la tipo 2 y la gestacional. ¿Sabías que la segunda es la más común? De hecho, la CDC de Estados Unidos indica que aproximadamente del 90 % al 95 % de personas con diabetes la padecen. Además, la diabetes tipo 2 no solamente afecta a los mayores, sino también a niños y puede llegar a ser mortal si no se trata a tiempo.
¡Presta mucha atención! La diabetes tipo 2 puede manifestarse en tus hijos de manera progresiva sin presentar síntomas notables. Por esta razón, te recomendamos realizar chequeos médicos al menos una vez al año para diagnosticar posibles irregularidades, en especial si tienes antecedentes familiares con diabetes.
Por otra parte, tus pequeños podrían experimentar los siguientes síntomas:
Sed irregular: el exceso de azúcar que se acumula en el torrente sanguíneo provoca una sensación de sed continua.
Acudir al sanitario más de lo habitual: debido a que tu hijo está consumiendo más agua, podrás notar que aumentará la necesidad de orinar.
Fatiga: si tu pequeño siente cansancio la mayor parte del día, es posible que sea por la falta de azúcar en el torrente sanguíneo.
Visión borrosa: una de las razones por la cual tu hijo podría presentar dificultad para ver es debido a la glucosa alta. Esto provoca una pérdida del líquido intraocular que ayuda a mantener la presión del ojo en un nivel normal.
Cambio en el tono de piel: este es un síntoma que suele presentarse antes que se desarrolle la diabetes tipo 2. Comenzarás a notar que ciertas áreas como el cuello o las axilas se oscurecen.
Pérdida de peso: la falta de energía provoca que los tejidos musculares y las reservas de grasas disminuyan. No obstante, es un síntoma poco común en los niños.
Si notas alguno de estos síntomas en tus pequeños, te recomendamos consultar con un médico especialista de inmediato, ya que con el paso del tiempo la enfermedad podría causar daños graves al organismo. Además, es conveniente realizar un examen de detección de diabetes a los niños con al menos 10 años de edad.
Hoy en día, se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 2. Sin embargo, es posible evitarla o retrasarla con un estilo de vida más saludable. Comienza adoptando estos hábitos en familia:
Tener una alimentación balanceada.
Hacer al menos 30 minutos de actividad física 5 veces a la semana.
Mantenerse en un peso saludable.
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Antes, la diabetes tipo 2 solía llamarse “diabetes de la adultez”, pero con el paso del tiempo ha incrementado el padecimiento en los niños. Por esta razón, es importante que te mantengas alerta ante cualquier síntoma, les enseñes a mantener un estilo de vida saludable y los cuides con un seguro de gastos médicos para realizar sus chequeos anuales.
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