Los seguros médicos son quizás los productos más especializados que ofrecen las compañías, por eso necesitas asesoría especializada para su adquisición. Contratar un agente de seguros médicos no supone una inversión adicional a lo que desembolsarás en tu prima. No existe un cargo por asesoría que venga desglosado en tu póliza.
Debes saber que el pago que ellos obtienen viene por la comisión que les da la firma y éste no depende de la cifra que tú escribas en el cheque.
Antes de que elijas a tu agente hay varios aspectos que valen la pena considerar:
¿Directo o independiente? Las compañías cuentan con su propia fuerza de ventas que promueven exclusivamente sus productos, mientras que los agentes independientes tienen un portafolios de empresas y productos que pueden ofrecer de acuerdo al perfil del asegurado.
¿Necesidades? Considera el tipo de seguro que requieres. Hay especialistas para protección de personas, vehículos, médica, infraestructura y propiedades. Las ofertas son tan variadas como las necesidades e incluso la especialización también viene desde las compañías.
¿Conocimiento y experiencia? Los agentes son el conocimiento que tienen. La preparación con la que cuenten y la certificación será importante. La confianza viene a partir del nombre, el título y la compañía o despacho que representan. Estas muestran la experiencia y educación que han tenido.
¿Personalidad? La confianza que nos inspiren es clave, pero esta deberá venir acompañada de un respaldo. Su presencia y arreglo cuenta mucho, pero el trato y el profesionalismo es esencial para cerrar el trato. De la pasión y el entusiasmo que muestren dependerá en mucho el tipo de contrato que firmes. Es más sencillo hacer negocios con gente que sabe de su negocio.
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Cuando estés frente a tu asesor hay algunas dudas que te convendría disolver:
Prueba: Una vez que ya tengas a tu candidato, prueba pidiéndole una cotización sencilla como el seguro para tu auto. Ahí podrás medir la eficiencia, atención y servicio, así como la preparación con la que cuenten para hacer su trabajo.
Contrato: Una vez que ya tengas decidido quién te asesora, pide que te lo den todo por escrito. Las promesas de palabra de nada sirven al momento de una reclamación. Lo más importante es que tengas cubiertas tus necesidades.