El momento perfecto para comprar tu seguro médico

Sabemos sus bondades y beneficios pero nos seguimos preguntando cuándo comprar un seguro médico. 

Cuando somos muy jóvenes creemos que estas cosas sólo deben preocuparle a los adultos, pero en realidad esto funciona como la vida, nunca (pero realmente nunca) sabes cuándo va a ocurrir algo.

Y es que no son exclusivos de las personas adultas, sino una necesidad generalizada y segmentada. Por ejemplo hay escuelas que no sólo ofrecen respaldo médico a sus alumnos, sino que también dan una protección de vida para poder tener una certeza legal en caso del fallecimiento de alguno de ellos.

Nadie podría establecer una edad exacta para que alguien se beneficie de este tipo de servicios porque realmente ofrecen ventajas para todas las etapas de la vida.

Y es un proceso que evoluciona. Por ejemplo, un bebé recién nacido es beneficiario de una cobertura médica, lo mismo que podrá serlo cuando llegue a la vejez.

Desafortunadamente no existe demasiada conciencia de lo necesario que es este servicio, sino hasta que lo requerimos.

El periodo en que los clientes suelen acercarse a pedir informes sobre un paquete de protección oscila entre los 30 y los 40 años, cuando la etapa financiera muestra un punto alto y en ascenso.

Un ejemplo es cuando nos casamos y tenemos hijos. Ahí es donde las cosas se tornan más serias y así decidimos protegerlos. Y luego vienen los estudios de los hijos y volvemos a pensar en un paquete de soluciones financieras. O también cuando ocurre la detección de alguna enfermedad, que nos hace pensar en la conveniencia de haber contratado algo con antelación.

Tema aparte es la jubilación, que viene a la mente con fuerza cuando hay problemas laborales. Así que elegimos algunas ventajas de los seguros, de acuerdo a la década de tu vida que atravieses:

A los 20: La mayor inquietud es el estudio universitario. Existen paquetes que se adaptan a tus requerimientos y se erigen como auténticas soluciones para atenderlos. Aquí es cuando los seguros de vida son más baratos.

A los 30: En una etapa de consolidación familiar, cuando quieres proteger a los tuyos. Ya no se trata sólo de ti y necesitas buscar paquetes médicos y de vida para garantizar su bienestar en caso de que llegues a faltar.

A los 40: Las preocupaciones son las mismas que a los 20 y 30, pero ahora con más solidez. Por lo que si aún no tienes un seguro, buscas garantizar temas como salud, jubilación y pagos de la universidad de los hijos.

A los 50: El futuro nunca estuvo más cerca. Ya estás pagando la universidad de tus hijos y al mismo tiempo preparando la jubilación, por lo que necesitarás un plan sólido para ambos objetivos, sin descuidar tu atención médica o la del resto de la familia.

A los 60: Es la década del retiro, cuando comienzas a requerir servicios médicos de mayor profundidad. Si no cuentas con algún bien, debes tener un paquete que te proteja contra cualquier contingencia.

En realidad todo es acerca de tener un plan A y un plan B para enfrentar cualquier circunstancia por extrema que ésta sea. Y los seguros están toda la vida para eso. Es una cuestión de cultura financiera, pero también de ir formando criterios relacionados con la protección y la prevención.