En definitiva, nuestro estilo de vida dio un giro de 180 grados. Es posible que a causa de la pandemia visites con menor frecuencia a tus seres queridos, practiques menos actividades físicas o estés en casa sentado frente a la computadora mucho más tiempo.
Adaptarnos a una nueva realidad nos puede conducir a experimentar cambios emocionales y mentales como el estrés, la depresión, el aburrimiento, la frustración o la irritabilidad, por ejemplo.
Nos dimos cuenta que la salud mental es tan importante como la física, ya que contribuye a que tengamos un estilo de vida más tranquilo. Por eso, queremos compartirte las siguientes recomendaciones para lograr mayor equilibrio en tu bienestar integral.
¡Distrae tu mente! Según la Organización Mundial de la Salud, mantenernos activos reduce los síntomas de depresión y ansiedad, mejora las habilidades del pensamiento y el bienestar en general. Así que tómate el tiempo de practicar tu deporte favorito, ya sea caminar, jugar fútbol o realizar una rutina en casa.
Dormir las horas necesarias mejorará tu rendimiento físico e intelectual porque el cuerpo y el cerebro tendrán tiempo de recuperarse del estrés de la jornada. Si tienes dificultades para dormir, intenta hacerlo en el mismo horario, poner música relajante, evitar cenas pesadas o tomar infusiones naturales de pasiflora. Recuerda alejarte de los dispositivos electrónicos una hora antes de dormir.
¡No guardes tus sentimientos! En muchas ocasiones desahogarte con tus seres queridos sobre problemas familiares, situaciones sentimentales, estrés laboral o dificultades económicas, es la mejor opción para cuidar tu salud mental. De lo contrario, todo lo que no decimos suele convertirse en insomnio, estrés, dolores de cabeza y angustia.
Está bien que te preocupes por los demás, pero ¿cuándo fue la última vez que te dedicaste tiempo? Quizás no lo recuerdes por buscar la felicidad de tus seres queridos o incluso por tus actividades de trabajo. Sin embargo, regalarte momentos de calma y bienestar te permitirá mejorar tu estado de ánimo y evitar episodios de estrés, migrañas, o alteraciones psicosomáticas.
De la misma forma que cuidas tu salud física con ejercicio, alimentación balanceada y visitas periódicas al médico, también preocúpate por tu tranquilidad mental. Por ello, es importante que pongas en práctica estos hábitos y comiences a cuidarte a ti mismo.
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