¿Eres de las personas que pasan sentado mucho tiempo porque la ansiedad del trabajo te atrapa? Si es así, tu salud corre peligro. Pero tranquilo, queremos ayudarte a revertirlo.
La modernidad y todo a su alrededor ha facilitado muchas cosas que hacen más práctica la vida: con un clic, compramos lo que sea y donde sea; y con otro, pagamos los servicios básicos, por mencionar un par de ejemplos cotidianos. ¿Te suena familiar?
Esa misma comodidad también encierra una amenaza que muchas veces pasa desapercibida y es uno de tantos enemigos para la salud: nos empuja a tener menos actividad física, lo cual es un problema de dimensiones globales.¿Sabías que alrededor de un 60% de la población mundial no realiza las actividades físicas necesarias para cuidar su salud?
El sedentarismo está tan arraigado a los tiempos de ocio cada vez mayores y estrechamente vinculado a la falta de ejercicio en actividades laborales y domésticas, incluso, los medios de transporte pasivos contribuyen al problema.
No hacer ejercicio es lo que más afecta a los adultos, en parte, porque la urbanización, tanto en países desarrollados como en desarrollo, ha creado factores ambientales que desalientan la actividad física:
- Las ciudades están superpobladas
- Hay más pobreza
- La criminalidad es imparable
- La gente tiene más carros y se genera más tráfico
- Y la calidad del aire es mala
Por si fuera poco, los espacios públicos, como los parques, aceras e instalaciones para hacer deporte y recrearse, no dan abasto para todos ciudadanos, se desestimula la actividad física y por ende el problema se acrecienta.
El sedentarismo es responsable del 6.9% de las muertes ocurridas por cualquier causa, según un estudio australiano. Cuando no te ejercitas, tus músculos permanecen inactivos alrededor del 70% de una jornada, se reduce el metabolismo de las grasas e incluso puede llevarte a la muerte.
Por otra parte, el sedentarismo prolongado está asociado a un mayor riesgo de muerte por cualquier causa, independientemente de la actividad física que se realice y por el mayor tiempo de reposo.
Toma en cuenta lo siguiente: el riesgo aumenta a partir de cuatro horas al día en las que permanezcas sentado y se dispara si el tiempo sin actividad supera las ocho horas. Además, se suma la posibilidad de que sufras una enfermedad cardiovascular, diabetes, sobrepeso u obesidad.
Permanecer sentado mucho tiempo altera tu función metabólica e inducirá al incremento de triglicéridos en la sangre, la reducción del colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad y la disminución de la sensibilidad a la insulina.
¿Impresionante, verdad? Sin embargo, no queremos alarmarte, sino ayudarte a reducir los efectos, que comiences a limitar el tiempo en que pasas sentado y a realizar más actividades físicas, entre otros aspectos que conocerás en la guía para llevar una vida saludable.
Como dato extra: seguramente estás leyendo esta publicación desde un smartphone. Sácale más provecho e instala una aplicación de salud que te motive a dejar el sofá cada cierto tiempo para cuidarte más. El objetivo es que menees lo que sea para no estar en los porcentajes negativos de salud y recuerda que tu salud es importante.