Es común que se confunda el síndrome de Asperger con el autismo, pues ambos forman parte de los Trastornos del Espectro Autista, un grupo de alteraciones del desarrollo que afectan la comunicación y el comportamiento. A pesar de presentar síntomas similares, son afecciones diferentes.
Los síntomas del autismo suelen ser notables a partir de los primeros 3 años de vida, mientras que con el síndrome de Asperger, no existen indicios hasta alcanzar la adolescencia. Sin embargo, en casos especiales es posible detectarlo a una edad más temprana.
En esta ocasión te queremos compartir todo lo que necesitas saber sobre el síndrome de Asperger. ¡Sigue leyendo!
Se trata de un trastorno del neurodesarrollo que afecta principalmente la manera en que una persona interactúa con otras. Quién lo padece puede tener un estilo de vida tranquilo y realizar sus actividades con normalidad, pero su cerebro funciona de manera distinta respecto a la comunicación y la adaptación a las tareas diarias.
De hecho, según el Portal de las Personas con Discapacidad de España, DISCAPNET, comparado con otro tipo de Trastornos del Espectro Autista, los niños que padecen del síndrome de Asperger tienen mayor probabilidad de convertirse en adultos independientes, obtener un trabajo estable y hacer sus actividades favoritas.
Además de las dificultades de interacción social que mencionamos antes, algunas de las características más notables del síndrome de Asperger son las siguientes:
Tiene mejor relación con personas mayores que con niños de su misma edad.
Evita el contacto con otras personas.
Prefiere jugar solo.
Habla durante mucho tiempo de los temas que le interesan, pero presenta dificultad para terminar la conversación.
No le interesan las actividades en equipo.
Es sincero.
Diferente sentido del humor.
Presenta inconvenientes al momento de escribir o vestirse.
Dificultad en expresar sus emociones.
Falta de comprensión a bromas, metáforas o sarcasmos.
El síndrome de Asperger no es una enfermedad, sino un trastorno que afecta el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Por lo tanto, hoy en día no existe algún tratamiento para prevenir o curar. Sin embargo, existen programas de apoyo psicológico que promueven el cambio de hábitos para favorecer la participación en la sociedad.
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Cada niño con síndrome de Asperger experimenta el mundo a su manera y pueden presentar síntomas muy diferentes durante el desarrollo. Lo más importante es que como padre lo apoyes, interactúen positivamente con él o ella y eviten las reglas estrictas en casa.
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