Cuando nace el pequeño bebé que esperabas con tanta emoción, son muchos los consejos que recibes de parte de tu familia, amigos e incluso, desconocidos. Quizás esto te abrume al punto de dudar sobre cuál es la manera correcta de cuidarlo.
Lo mejor que puedes hacer es consultar con tu pediatra todas las dudas que tengas. Sin embargo, existen ciertas acciones que no te recomendamos hacer con tu pequeño durante su primer año de vida. ¡Presta atención!
Es probable que en más de una ocasión te hayan aconsejado dejar llorar a tu pequeño para que “aprenda la lección”. ¡No lo hagas! Lo único que provocarás es perjudicar su salud y desarrollo emocional. Tu bebé estará más estresado y con el paso del tiempo será más desconfiado para relacionarse con otras personas.
Según la compañía internacional líder en salud de España, Bupa, es recomendable abrigar a tu bebé con la cantidad de ropa adecuada, pero no más de lo indispensable. El exceso de prendas puede provocar distintos riesgos como fiebre, aumento de peso, erupciones en la piel o hasta el síndrome de muerte súbita debido a la asfixia.
No importa que el clima esté muy frío, ¡evita sobrepasarte! Una regla sencilla a la hora de vestir a tu pequeño recién nacido es ponerle una capa más de ropa de la que llevas tú, pero del mismo grosor.
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Es esencial que después de cada toma de leche tu pequeño expulse los gases, así que dedícale el tiempo suficiente hasta que eructe y no acumule aire. De lo contrario, sufrirá cólicos, le costará descansar y se despertará constantemente a causa de las molestias estomacales.
La organización Kids Health, comparte las distintas maneras de sacarle los gases a tu bebé, ¡toma nota!
1. Siéntate en una silla con respaldo o una mecedora y apoya al bebé contra tu pecho. La barbilla debe estar reposada sobre tu hombro mientras que lo sostienes con una mano. Luego, dale palmaditas suaves en la espalda con la mano que queda libre.
2. Sienta al pequeño en tu regazo sosteniendo el pecho y la cara con una mano de manera que su barbilla esté en tu palma. Utiliza la otra mano para dar golpecitos suaves en la espalda.
3. Coloca al bebé boca abajo sobre tu regazo, sostén su cabeza asegurándote de que quede levantada. Por último, continúa dándole varias palmaditas en la espalda.
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Es fundamental que los bebés menores de un año siempre duerman boca arriba en su cuna. Por nada del mundo lo coloques boca abajo o incluso de costado. Esto incrementa en gran medida el riesgo a que sufra muerte súbita, ya que se puede ahogar en tan solo unos minutos sin que te des cuenta.
Por otra parte, evita el uso de almohadas porque, a diferencia de un adulto, las proporciones del cuerpo de tu bebé son distintas al nacer. Es decir, el cuello es más pequeño y la cabeza es más grande que su cuerpo.
Por ello, la cabeza de tu pequeño debe estar apoyada sobre una superficie plana al mismo nivel de su cuerpo, de lo contrario estarías forzando la curvatura natural de su cuello.
El bienestar tanto emocional como físico de tu bebé depende de ti. Por esta razón, te recomendamos evitar confiar por completo en los consejos que te pueden dar distintas personas respecto al cuidado de tu pequeño. Acude a tu pediatra para resolver cualquier duda que tengas y para realizar las revisiones periódicas que también son muy importantes.
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