Tomando en cuenta que es subutilizado la mayoría de las veces, vale la pena saber cómo hacer uso de mi seguro médico para aprovecharlo mejor.
Desde mantener costos bajos hasta obtener mejores reembolsos, la clave está en conocer las condiciones del contrato.
El seguro médico cubre los costos del tratamiento en situaciones de emergencia o imprevisto. Y aunque las condiciones de preexistencia suelen estar fuera del contrato, hay manera de recuperar esa inversión.
Los planes están diseñados de acuerdo al mercado pero éstos siempre pueden adaptarse a tus necesidades tales como medicinas alternativas o terapias especiales.
Está el caso de una persona, por ejemplo que contó en redes sociales que había quedado desencantada de los seguros médicos, pues no le habían cubierto una terapia de acupuntura que le recetó un médico tradicional. “Tenía prescripción y estaba completamente justificado”, dijo. Y tenía razón, sólo que el contrato decía claramente en su política de exclusión que si se requería una terapia alternativa tendría que contratarse de manera adicional. Es decir, sí lo cubría, siempre y cuando ella lo contratara desde antes, pero nadie se lo dijo. Así de simples son los casos de desconocimiento.
El pago que realizas a la compañía de seguros te da derecho a atención hospitalaria y al tratamiento, pero todo debe estar justificado. Por eso las compañías prefieren trabajar con una red de médicos y hospitales con los que han generado una situación de confianza. Y no es que desconfíen por sí mismo del resto, sino que es imposible conocerlos a todos.
1. Las restricciones en las políticas de salud generalmente van al terreno cosmético, estético y lujoso. Si no es primordial para tu salud, seguramente no estará incluido. Así es la lógica de trabajo.
Los seguros médicos no son la panacea, ni están diseñados para cubrir todo como si fuera un escudo total. Eso sería incosteable para la gran mayoría. Por eso establecen planes y restricciones que puedan adaptarse a todos.
Pero por eso también es necesario comprar el “traje a la medida”, tomar en cuenta las preexistencias y saber que mientras más edad tengas y más coberturas incluyas, inevitablemente tendrás una prima más cara.
2. Los pagos por adelantado o con cargos automáticos a la tarjeta de crédito suelen traer grandes beneficios y descuentos.
3. Considerar esto antes de contratar puede ahorrarte entre un 10 y 30 por ciento, dependiendo de las condiciones.
Recuerda que más caro no siempre significa mejor y más barato no siempre representa la peor oferta.