La responsabilidad no crece en macetas. Es una actitud y un estilo de vida al que debemos aspirar para ser felices. Sí, estamos hablando de felicidad. Y aunque no sólo tiene que ver con economía, en esta publicación nos enfocaremos en el aspecto financiero que en más de una forma tiene relación con todo lo demás.
La cuestión es partir de vivir de manera congruente y con un presupuesto sensato donde tenga cabida el gasto corriente y deje una reserva para emergencias. Las deudas son positivas y nos ayudan a crecer, pero deben pagarse en tiempo y siempre debe haber un registro administrativo de todo lo relacionado con el dinero.
El futuro financiero depende directamente de lo que hagamos hoy en temas de ahorro y prevención. Todo lo que compres, firmes o comprometas tendrá un impacto en tus finanzas. Infórmate de todas las cuestiones relacionadas con impuestos, pensiones, fondo de ahorro y cargos, pero sobre todo siempre piensa en que hay un mañana. Aquí te compartimos cinco recomendaciones sobre cómo ser un adulto responsable.
Sé disciplinado
El tema con la gestión financiera es la disciplina. Mientras más orden haya, mayores posibilidades tendrás de lograr un equilibrio. No uses las tarjetas de crédito para gasto corriente, ese dinero tendrás que pagarlo tarde o temprano y todo lo que hagas con tu historial impactará en tu vida. Guarda dinero para emergencias. No hay nada peor que pedir prestado cuando algo es urgente.
Sé determinado
Aprende a manejar tu presupuesto. El dinero llega con trabajo y se va sin el menor esfuerzo, así que sé hábil y justo en su aplicación. Antes de gastar algo pregúntate si es necesario. Eso te salvará de muchos problemas y despilfarros.
Ten humildad para escuchar los consejos de otras personas respecto a la administración del dinero. Tú tendrás la última palabra, pero no está de más escuchar.
Lleva un registro
Te sorprendería saber cuánto gastas en cosas superfluas. El café de la mañana o los dulces para el camino suman a la carga financiera, pero al ser gastos “hormiga” solemos menospreciarlos.
Cuando llevas un registro, sabes exactamente lo que gastas y puedes hacer los ajustes necesarios a tiempo. Además esto te ayudará en el proceso de contabilidad.
Prepárate para emergencias
Contar con un fondo de ahorro para emergencias puede hacer una gran diferencia. Los seguros pueden hacer esta función y ahorrarte conflictos muy serios, ya que su vocación es proteger tu patrimonio.
Las tarjetas de crédito también cumplen esta función, pero a diferencia de los seguros, aquí siempre tendrás que pagar todo lo que cargaste. La buena noticia es que te ayudarán a salir del apuro en el momento.
Sé dueño de tu futuro
No siempre vas a tener la misma fuerza para trabajar, por lo que debes forjar un patrimonio o capital para tu jubilación. Aunque en este momento no la tengas en el radar, la jubilación es algo que llegará.
Haz cálculos de cuánto necesitarás para vivir los últimos años de tu vida y así sabrás cuánto tienes que ir ahorrando.
Ser un adulto responsable no significa dejar de divertirse. Aquí el único punto que queremos destacar es el tema de la administración económica y su importancia en tu vida.