El proceso de aceptación del fallecimiento de un ser querido y la superación del duelo no es sencillo. Cada persona lo experimenta a su manera. Algunas demoran más tiempo en regresar a sus actividades cotidianas y otras pueden volver al trabajo o a las reuniones con amigos con mayor rapidez.
No solamente se trata de una situación que afecta tus emociones, sino que puede repercutir en tu salud, pues es posible que sientas cansancio, pierdas el apetito o sufras de insomnio. Si estás atravesando un duelo, estos consejos te ayudarán a superarlo poco a poco. ¡Estamos contigo!
No necesariamente todos entristecen ante la pérdida de un ser querido. Es posible que sientas enojo, ansiedad, impotencia o incluso mantengas una postura tranquila. Está bien experimentar cualquiera de estos sentimientos, pero lo más importante es que no los ocultes. Si quieres gritar o llorar, hazlo, de lo contrario tu salud estará en riesgo, según destaca un artículo de ScienceDaily.
Es posible que algún otro familiar o amigo también necesite apoyo emocional. En este momento es clave conversar y que ambos se tiendan una mano porque, como lo indica la Sociedad Americana Contra el Cáncer, ayudará a la recuperación y la aceptación de la pérdida de esa persona tan especial. Incluso, si no tienes nada para decir, no te preocupes, ¡un abrazo será suficiente!
En caso de que tengas hijos, evita esconder tu dolor. Sin importar la edad que tengan, es fundamental que hables con tus pequeños sobre el fallecimiento de tu ser querido. Explícales la realidad de lo que está pasando y apóyalos emocionalmente.
Probablemente pienses que entre menos veas sus pertenencias, el dolor disminuirá. Sin embargo, según la Fundación Mario Losantos del Campo de Madrid, esto puede hacer que el proceso de duelo se complique porque no tendrás espacio para expresar tus sentimientos y vivir tu duelo.
No te apresures y conserva esos objetos especiales que te recuerden a él o ella por el tiempo que consideres necesario, pues son parte de su historia o de los recuerdos que vivieron juntos.
Aunque no tengas ganas de hacer nada, intenta mantener tu rutina de cuidados personales que incluye la higiene personal, una alimentación balanceada y actividad física de manera regular. De hecho, caminar y respirar aire fresco en un lugar con naturaleza ayudará a despejar tu mente y tranquilizarte.
¡No te apresures! Vive tu propio duelo y toma los días que sean necesarios para regresar a tus actividades con normalidad. Con el paso del tiempo, paciencia y mucho amor, notarás que te sentirás mejor emocionalmente, la energía regresará y dormirás con mayor facilidad.
Aceptar la pérdida de un ser querido y superar el proceso del duelo no siempre es fácil. Sin embargo, sí es posible cuando existe voluntad y apoyo para hacerle frente. De ser necesario, busca ayuda profesional y no te sientas mal por ello porque las terapias psicológicas son esenciales para cuidar de la salud mental, sea cual sea la situación en la que te encuentres.
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