Si la recuperación de tu salud demanda una cirugía hay varias cosas por hacer antes de poner un pie en el quirófano.
Esto en el caso de que se pueda planear y la operación quede en una agenda. Incluso si sólo tienes unas horas, hay varias cosas que puedes resolver para evitar problemas a futuro.
Además de obtener la información de un experto, puedes apoyarte en otras personas que hayan sido intervenidas por la misma razón. Ellos pueden contarte una experiencia distinta a la que te brinda el médico y aminorar tus temores.
Pero la parte financiera es algo que tienes que prevenir. Es probable que la cobertura de un seguro médico resuelva parcial o totalmente pero para ello deberás estar preparado y resolver varias situaciones.
Revisa el deducible
El deducible es la cantidad de dinero que deberás desembolsar y generalmente se trata de un monto estipulado a cancelar cada año. Sin embargo esto dependerá del plan que tengas contratado.
En caso de padecimientos crónicos o de un desembolso muy fuerte la compañía reembolsará hasta el máximo contratado con los respectivos descuentos por coaseguro, copago o deducible.
Decide
Decide optar por un médico de la red, cuyos aranceles han sido negociados con la compañía para ser parte de su red o bien realizarte el procedimiento con tu médico tratante en el entendido que deberás pagar la totalidad de la cuenta para luego solicitar un reembolso convencional. .
Proveedores
Siempre te resultará mas económico optar por los médicos, centros de diagnóstico y hospitales de la red de la compañía aseguradora.
Confirma la cobertura
Revisa minuciosamente hasta dónde estás cubierto en el procedimiento y si es posible ampliar la cobertura aunque esto represente una mayor prima. Valora hasta dónde vale la pena extender o estirar tu plan.
Prepárate para los gastos extra
Asesórate con tu médico o el hospital sobre los gastos extras que pudieran no estar cubiertos.
Por ejemplo, pudiera ser que requieras servicio de ambulancia, visitas de control o terapias de rehabilitación y éstas no estén incluidas. De ahí la importancia de un seguro médico.
Y por último no pagues de inmediato las cuentas que te lleguen. Las compañías aseguradoras se toman su tiempo para tabular, revisar y disputar las facturas al propio hospital, así que espera a que tu cuenta este en caja para revisarla porque en ese momento ya habrá sido autorizada por la aseguradora.