Tras una noche de fiesta no estás bien físicamente, así que debes tomar en cuenta ciertos factores para que hacer ejercicio sea provechoso.
Pasarse de copas y comer en exceso son acciones que tienen efectos sobre el organismo, y la más evidente se llama resaca.
Despertarte al día siguiente con pesadez estomacal, nauseas y dolor de cabeza no es agradable, y quizá pienses que con un par de analgésicos y un antiácido puedas retomar tu entrenamiento como si nada hubiera pasado.
Pues no. Si estás sufriendo las consecuencias de una noche de abusos en la comida y la bebida, lo mejor es que escuches a tu cuerpo y sus reacciones.
Salir de fiesta es conveniente para despejarnos de las presiones del estudio o el trabajo, pero siempre se debe actuar con moderación.
Si tu estilo de vida es saludable, ¿por qué echar por la borda todos tus esfuerzos por una noche de excesos? Si no lo es, quizá es hora de que adoptes hábitos sanos que incluyan una buena nutrición y ejercicio constante.
Convivir con los amigos no debe producir efectos negativos en tu cuerpo, pero, si algún día llegas a excederte, retoma tu rutina de ejercicio con prudencia al día siguiente.
Si los malestares de la resaca persisten o si tu sesión de entrenamiento te provoca alguna reacción o síntoma extraño, no dudes en acudir al médico.
Contar con seguros médicos te da la libertad de solicitar una cita en cualquier momento que lo necesites, ya sea ante una emergencia o para evaluar tu estado de salud antes de iniciar una actividad física a la que no estés acostumbrado.
Ejercitarte disciplinadamente es una de las mejores costumbres que puedes adquirir, pero recuerda que exigir demasiado a tu cuerpo también puede tener consecuencias negativas, te hayas ido de fiesta o no.