En el periodo de vacaciones, aumentan las consultas médicas por enfermedades agudas y virales.
Los cambios de temperatura bruscos y los hacinamientos en centros comerciales favorecen los contagios por virus y bacterias que propician padecimientos respiratorios que, de no atenderse oportuna y correctamente pueden amenazar la vida, sobre todo en los niños.
Entre las enfermedades más comunes están:
Es provocado por virus y puede manifestarse con secreción y congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y de cabeza y tos.
Es altamente contagioso en los primeros dos o tres días después de su aparición, pero no es peligroso.
Parecida inicialmente al resfriado, se le conoce también como gripe y deriva en un cuadro más severo caracterizado por temperatura elevada, insuficiencia respiratoria e intenso malestar general.
No atendida debidamente puede convertirse en neumonía o bronquitis. Se puede prevenir con una aplicación anual de la vacuna contra la enfermedad.
Es una inflamación de las amígdalas que puede ser producida por un virus o por una bacteria.
Los síntomas en ambos casos son los mismos: dolor de garganta, enrojecimiento e hinchazón de las amígdalas que dificulta deglutir y fiebre moderada.
Llamado también virus sincitial respiratorio, sus síntomas son parecidos a los del resfriado, pero en los bebés y niños muy pequeños puede complicarse con una neumonía.
Se manifiesta por una inflamación de los bronquiolos, en los cuales se acumula la mucosidad, y sus síntomas son fiebre, tos, congestión nasal y dificultad para respirar.
Es una enfermedad en la que virus o bacterias producen la inflamación de los bronquios, que son los tubos por los que se introduce el aire en los pulmones.
Su principal síntoma es una tos persistente que produce mucosidad, pero también puede haber silbidos al respirar, dolor en el pecho, un poco de fiebre y, en casos extremos, insuficiencia respiratoria
Puede ser aguda, es decir de corta duración, o crónica, que es un padecimiento permanente y de mucha más gravedad.
Es cuando se inflama la laringe produciendo que el paciente pierda la voz o presente ronquera. De complicarse en los niños puede provocar crup o epiglotitis, que podrían obstruir las vías respiratorias y provocar la muerte.
Es una infección de los oídos que puede afectar la parte exterior o interior del conducto auditivo. Es dolorosa y puede ser aguda, es decir que se alivia rápidamente, o crónica, cuando es recurrente. En este último caso puede llegar a provocar daño en la audición.
De no atenderse a tiempo, estas enfermedades pueden dar paso a otras más graves como encefalitis, meningitis e insuficiencia respiratoria.
Para evitar este agravamiento del estado de salud lo importante es acudir al médico para que haga el diagnóstico y dé el tratamiento adecuado.
Los seguros médicos te dan la tranquila de saber que tú y los miembros de tu familia tendrán la mejor atención y tendrán acceso a los estudios de laboratorio y los medicamentos que requieran para su plena recuperación.
Para evitar los contagios en esta temporada de vacaciones, todos debemos lavarnos las manos frecuentemente, no exponernos a los cambios de temperatura bruscos, toser o estornudar cubriéndonos la boca, evitar en lo posible los lugares cerrados y concurridos y ventilar bien las habitaciones de la casa y las oficinas.
¿Tú cómo proteges tu salud y la de tu familia en invierno?