Si una compañía de seguros ofrece protección a sus asegurados, necesita saber las condiciones en que se encuentra el candidato al seguro.
Una pre-existencia es un término que aparece con frecuencia en el contrato y probablemente es algo con lo que no estás familiarizado. Y ¿qué es una pre-existencia? Esta característica es cualquier enfermedad, dolencia o padecimiento que ya tengas antes de contratar un seguro médico. No necesariamente es algo que sabemos, pero ahí está. Puede ser algo genético, hereditario o adquirido. Estas condiciones adquieren relevancia de acuerdo a su gravedad e influencia sobre tu estado general de salud.
Por ejemplo, si te rompiste una mano jugando basquetbol, podrías no estar cubierto en una complicación, sin embargo no influirá en tu evaluación cardiaca. Una persona que padece presión arterial alta, puede que también padezca de afecciones cardiacas. Ante esta situación la compañía analizará si niega o aceptar asegurarla excluyendo cualquier complicación a raíz de esta enfermedad.
Las compañías suelen realizar análisis y estudios a un aspirante a ser asegurado, por ejemplo alguien con sobrepeso y con esto pueden tener una idea clara de los riesgos y ahí es donde pueden detectar una pre-existencia.
Un médico elegido por la compañía definirá las características de tu padecimiento para saber cómo podría afectar en tu expectativa de vida.
Es claro que un paciente con diabetes, por ejemplo, con altos niveles de colesterol y que además es fumador tiene más posibilidades de enfermarse que alguien con opuesta situación.
De ahí que los riesgos son mayores y por ende, la prima a cubrir tendrá que ser mayor y en algunas casos hasta inviable.
Para dejarlo más claro, te compartimos un ejemplo. Un paciente al que le ofrecieron un paquete de seguro médico lo rechazó en primera instancia. “Tenía 34 años entonces y me sentía sano y fuerte. No fumaba, me sentía genial y no tenía (hasta ese momento) ninguna enfermedad”, cuenta Rodolfo.
Una vez fue a nadar y sintió un dolor muy fuerte en el hombro. No le hizo demasiado caso sino hasta que pasaron unas semanas. Cuando salió de la revisión médica el diagnóstico era más doloroso aún: tenía cáncer en los huesos.
Rápidamente buscó a la persona que le había ofrecido un seguro médico para saber cuánto costaría estar protegido. La respuesta le cayó como balde de agua fría. El incremento de su prima había sido de más de 500 por ciento. Pero no le importó, igual lo tomó y le sirvió muchísimo. Tanto, que no solo sobrevivió al tumor, sino que eso le ha dado otra conciencia de vida.
Ahí está el ejemplo de lo que pueden representar estas existencias previas de problemas. Los médicos pueden influir en tu salud, pero también en lo que vas a pagar por tu seguro.