Prevenir es como viajar en el tiempo, ves al futuro, regresas al presente y arreglas lo que tengas que arreglar para evitar los problemas que amenazan con llegar. Así se aplica en el caso de tu salud.
Si todavía te preguntas para qué sirve un chequeo preventivo, la respuesta está, literalmente, dentro de ti. Esta es una herramienta cuyo fin no solo es evitar enfermedades, sino mantener y mejorar tu calidad de vida.
Todos los sistemas de salud pública están invirtiendo más en este tema, porque a la larga le ahorra a los países mucho dinero. Pero no se trata solo de economía, sino de bienestar de la población.
Está comprobado que una enfermedad detectada a tiempo es hasta 5000 por ciento más fácil en su tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud señala que con un simple chequeo cuyo costo unitario no rebasa los 10 dólares, se puede ahorrar a un sistema de salud hasta un millón de dólares. Esa es la escala.
Además, en el caso de las enfermedades más agresivas como el cáncer o la hipertensión, la expectativa de vida aumenta por lo menos dos décadas.
La clave está en no esperar los síntomas, porque estos llegan cuando ya el cuerpo está enfermo y las enfermedades han comenzado a ganar terreno.
Hay males que solo se manifiestan en etapas avanzadas como diabetes, osteoporosis, hipertensión, y ciertos tipos de cáncer. Todos pueden suponer grandes consecuencias y hasta llevarse la vida de quien las padece.
Si te sigues preguntando “¿Debería hacerme un chequeo preventivo? Pues ahí tienes la primera parte de una respuesta, la otra está relacionada con la economía.
Los chequeos médicos toman en cuenta edad, sexo, historial médico, antecedentes genéticos y factores de riesgo, tales como nutrición o vida sedentaria.
Influye también si hay familiares que tengan o hayan tenido cáncer, hipertensión, diabetes o colesterol alto, sobre todo en la primera línea sanguínea, como padres o hermanos.
No esperes a que lleguen los síntomas, hay algunas compañías que ofrecen dentro de sus paquetes de seguro médico la aplicación gratuita de herramientas preventivas. Incluso algunas lo exigen.
Revisa tu plan para que hagas una programación adecuada. Recuerda que las pruebas incluyen toma de muestras de sangre u orina, así que es importante que te informes previamente sobre lo que necesitas llevar.
Es un asunto de protección y cuidado. El principal responsable de tu salud eres tú mismo, así que mientras más en serio te lo tomes, más y mejor calidad de vida tendrás.