El corazón puede enfermarse a cualquier edad.
Precisamente por eso cuidar la salud del corazón a cualquier edad es primordial.
Y no nos referimos a la parte sentimental, que es importante, pero ese es un tema más para tu terapeuta.
Si desde los 20 tienes hábitos saludables, las probabilidades de sufrir un infarto a los 30 se verán drásticamente reducidas.
Cuando escuchamos que a alguien joven le dio un ataque al corazón caemos en pánico. “¿Pero por qué? Si se veía tan sano”, nos preguntamos. Y es posible que por fuera luciera como nuevo, pero por dentro sus órganos decían otra cosa.
Dos cosas que debemos controlar son los niveles de colesterol y la presión arterial. Ahí está la clave, en conocer los números que afectan la salud de este órgano tan importante.
En el caso del colesterol, la ingesta diaria debe ser menor a 200 miligramos. Y eso es muy fácil de medir ya que la mayoría de los productos que adquirimos en el supermercado tienen leyendas nutrimentales que lo indican. Y si te da flojera leer todo el tiempo la lógica es simple, evita las grasas saturadas.
En lo que respecta a la presión arterial, esta debe estar en 120/80 mm Hg o menos. Si hasta aquí ya te perdiste, lo mejor es que tu médico te oriente sobre estos números y te ayude a elaborar una lista de cosas que debes evitar comer para mantener las cifras.
Hay que saber en dónde estamos parados. Si en la familia hay alguien con antecedentes o factores de riesgo de enfermedades cardiacas, hay que reforzar las medidas de prevención. Es la genética y contra ella nada podemos hacer mas que ser conscientes de los riesgos.
Hay que informarnos sobre el tipo de padecimiento y conocer su trascendencia genética. Aquí se trata de ocuparnos mas no de preocuparnos.
Bueno, esto lo sabes porque lo lees en todas las cajetillas de cigarros, lo escuchas todo el tiempo y los doctores te dicen que fumar aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, pero aquí tienes otros datos para terminar de convencerte: