El cáncer de próstata mata a más hombres que el cáncer de colon, cerebro y pulmón juntos. Ese órgano del tamaño de una nuez cobró las vidas de casi 250 mil hombres durante 2015. Y eso sólo en Estados Unidos.
La Organización Mundial de la Salud ha instado a los gobiernos a generar más y mejores políticas sobre cómo prevenir el cáncer de próstata pero hasta ahora los esfuerzos desde esa trinchera han sido insuficientes para darle batalla a este mal.
Así que toca a la sociedad organizarse y emprender conductas y hábitos de prevención. Aquí te dejamos algunos consejos que puedes empezar a seguir desde hoy.
La Universidad de Chicago realizó un estudio relacionado con la masturbación. Quienes respondieron que lo hacen en promedio 4 o 5 veces a la semana a la pregunta “¿Cuántas veces te masturbas a la semana?”, también tuvieron un 31 por ciento menos de probabilidades de desarrollar el cáncer de próstata.
Medicamentos contra la calvicie que contienen finasterida han mostrado que tienen un efecto secundario muy bueno. Una investigación de la Universidad de Stanford señaló que este compuesto bloquea la producción de dihidrotestosterona, la hormona que provoca la pérdida de cabello y el crecimiento de la próstata.
A cambio de consumir diez gramos de ajo al día, obtenemos un 50% menos de riesgo. El vino, por su parte, es un poderoso antioxidante que inhibe el crecimiento de esta parte del cuerpo.
El 81 por ciento de los hombres que no fueron diagnosticados a tiempo se habrían ahorrado mucho sufrimiento de haber confirmado la enfermedad con una biopsia. Así que si requiere la intervención, hagámosla.
Especias como el orégano, el romero, el jengibre y el té verde reducen el crecimiento de las células cancerosas hasta en un 64 por ciento, según el Instituto de Ciencias Médicas de New England.
Una prostatectomía radical que extirpe el órgano canceroso es una solución dramática, pero necesaria y los métodos ya no son tan agresivos debido a que es posible la utilización de la robótica y las cámaras para hacer una cirugía menos invasiva.
Cuando ocurre la extirpación de próstata suelen dañarse los nervios cavernosos que se extienden en la erección, pero un injerto de tobillo puede salvar tu vida sexual. Es increíble la cantidad de hombres que logran recuperar la capacidad eréctil con una pequeña cirugía.
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Y aunque estos consejos no te dan inmunidad total a esta enfermedad, podemos estar seguros que te ayudarán a ponerte del lado de la población que no padecerá esta enfermedad.