Manejar con lluvia eleva la posibilidad de accidentes, por lo que es recomendable que cuentes con un seguro de autos que te proteja.
Cuando llueve, la mayoría de los conductores tiende a disminuir la velocidad, pero muchas veces no son conscientes de las demás precauciones que deben tomar, ni de la conveniencia de contar con un seguro cuya cobertura responda por cualquier daño involuntario.
El alcance de tu visión disminuye mucho por la precipitación y la situación empeora con el agua que avientan los otros vehículos, sobre todo los camiones y los tráileres.
Esto te dificulta ver bien las señales, los carriles y los vehículos a través del espejo retrovisor. y reduce tu campo de visión. Además, si el viaje es largo, la poca visibilidad aumenta la fatiga.
Tus reflejos son más lentos puesto que, al no ver adecuadamente, pierdes un poco la capacidad de reaccionar a tiempo ante un imprevisto, por ejemplo si el carro de enfrente frena de repente o si se te atraviesa una persona, un animal u otro auto.
También se reduce, lo que desestabiliza el agarre y estabilidad de las llantas y hace más fácil que patinen o derrapen al acelerar o tomar una curva.
A ese fenómeno se le llama “aquaplaning”, y conlleva el riesgo de perder el control del carro. Asimismo, aumenta la distancia de frenado, por lo que es recomendable que te mantengas más alejado de otros vehículos para que tengas oportunidad de detenerte a tiempo.
Además de contar con un seguro de autos que cubra accidentes, es importante que, en caso de lluvia, extremes precauciones para prevenirlos. Te recomendamos:
Tener un seguro de autos es la precaución número uno, pero no te confíes y emprende acciones para evitar cualquier accidente automovilístico que te pueda provocar dolores de cabeza.