El seguro de automóvil es un factor de protección en la economía, pero también en nuestra vida. Antes de que contrates, hay varios factores que debes tomar en cuenta para poder negociar mejores condiciones con la compañía aseguradora.
Las tarifas se modifican todo el tiempo de acuerdo al tipo y precio del vehículo.
También influye el mercado y las condiciones de seguridad, tales como la incidencia de robo de determinado modelo. Así que entre las mismas aseguradoras puede variar el costo de un mismo producto.
La importancia de un seguro de automóvil radica en su cobertura y prima, que es la relación directa entre costo y beneficio.
Aquí te compartimos algunas variables a considerar antes de contratar:
Valor comercial: Tu vehículo estará asegurado por un valor comercial al momento de la adquisición de la póliza. Es decir, no te pagarán lo que señale la factura, sino lo que cueste en el mercado de acuerdo a un tabulador general.
Accesorios: Si el automóvil tiene algún equipamiento o accesorio especial, esto debe ser declarado al inicio, para que pueda ser considerado de ser el caso. Esto incluye el sistema de alarma, sonorización, tapiz, espejos y/o rines por citar algunos.
Entorno: Hay información que no está relacionada con las características físicas del vehículo pero que sí puede influir en el costo de la prima, tal como su actividad y hábitos del usuario. Es indispensable que el titular cuente con un permiso o licencia de conducir. También toman en cuenta tu historial de accidentes.
El Seguro: Es una operación en virtud de la cual, el asegurado se hace acreedor mediante el pago de una remuneración (prima), de una prestación que habrá de satisfacerle al asegurado la compañía aseguradora en caso de que se produzca un siniestro.
El deducible: Es la cantidad que en cada siniestro deberá ser pagada por el asegurado.
Si todavía estás confundido sobre la contratación, pide a un asesor que resuelva tus dudas respecto a la cobertura y valor comercial que te pagarán en caso de un accidente de automóvil. Tú más que nadie debe saber cuánto vas a recibir y cuánto vas a pagar después de un siniestro.
Si ya cuentas con un seguro, la renovación o cancelación para elegir otro producto debes realizarla con 30 días de anticipación.