Sin importar la frecuencia en que utilices tu vehículo es esencial que procures mantenerlo en óptimas condiciones. ¡Pero no solo nos referimos al aspecto mecánico! También a esos detalles pequeños que pueden pasar desapercibidos pero que en conjunto harán que tu carro se pueda ver descuidado.
Con el paso del tiempo, el clima y el uso, es común que el interior de tu carro pierda brillo o comience a deteriorarse. Con estas recomendaciones que te compartiremos conseguirás rejuvenecer tu vehículo y mantenerlo en mejores condiciones.
Por lo general, solemos ocuparnos del exterior de los vidrios y nos olvidamos de limpiarlos por la parte interior. Es común que limpiemos las ventanas hasta que comenzamos a perder la visibilidad al conducir. No es muy difícil limpiarlos, basta con utilizar un limpiacristales convencional y una toalla de microfibra.
Recuperar el brillo en los accesorios en el interior como la guantera, el volante, los paneles de la puerta o la palanca de cambios es un proceso sencillo. Primero aspira los espacios más difíciles de limpiar para remover la suciedad y el polvo. Luego, aplica un limpiador multiusos, talla con una toalla de microfibra y deja secar por una hora. Si aún no consigues el brillo que deseas, aplica una capa pequeña de cera para plásticos.
Para los plásticos transparentes como el tablero, la pantalla del radio u otros elementos aplica un poco de bicarbonato de sodio y utiliza un trapo húmedo para frotar. Luego, con otro trapo húmedo limpia el excedente. Repite si es necesario.
Con el paso del tiempo este material pierde algunos de sus aceites naturales ocasionando grietas y un aspecto opaco. Para recuperar su atractivo aspira los asientos y rincones sin hacer contacto con la superficie, pues es bastante delicada. Después, humedece un paño o cepillo de dientes con un limpiador de cuero y pásalo con mucho cuidado.
Por último, pon una pequeña cantidad de acondicionador para cuero en un paño y aplícalo dejándolo reposar por una hora en un lugar sombreado. También puedes adquirir unos paños listos para usar con este acondicionador.
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Al igual que los materiales anteriores, es necesario aspirar cada rincón del auto para eliminar el polvo, las migas o cualquier tipo de suciedad. Posteriormente, toma una esponja humedecida con agua y un detergente para limpiar el tejido. Si aún notas manchas, utiliza espuma seca para tapicería. Finalmente, deja que tu vehículo se ventile para que termine de secarse.
Antes de intentar aplicar cualquier producto en la carrocería, es indispensable que laves tu vehículo. Luego, si tiene rayones leves, manchas de agua o marcas de remolinos es aconsejable pulir tu auto, puedes llevarlo a un lugar especializado o hacerlo tú mismo. Este proceso puede hacerse a mano o con una pulidora con los siguientes elementos: cinta adhesiva, boinas para pulido y cera especial. Para lograrlo, necesitarás hacer lo siguiente:
Busca un lugar con sombra para evitar que el sol deje marcas.
Coloca cinta adhesiva en las partes donde no quieres que llegue la cera para pulir.
Aplica una pequeña cantidad de cera directamente en la superficie.
Con ayuda de tu pulidora esparce el producto realizando movimientos circulares hasta lograr el brillo.
Usa un bonete de espuma blanca para retirar los residuos.
Para darle el toque final, con ayuda de una toalla de microfibra aplica una capa de cera no abrasiva. Esto no solo hará que tu carro luzca impecable, sino que también sirve como una capa protectora.
Para este mantenimiento necesitarás paciencia y dedicación, pero definitivamente valdrá la pena porque esto ayudará a mantener el valor de tu carro y a hacerlo más atractivo al momento en que decidas venderlo. Asimismo, contar con un seguro que te resguarde ante un incidente también te ayudará a proteger tu vehículo durante el tiempo que sea tu compañero de aventuras.
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