Toda la vida las mamás nos han dicho de los beneficios de comer verduras... y siempre han tenido razón.
A veces nos dijeron que si nos comíamos todo el plato de brócoli tendríamos tanta fuerza como Superman o que si atendíamos su llamado a comernos todo el tomate de la ensalada con mucha probabilidad podríamos escalar montañas a la velocidad de la luz.
Pero ahora que sabes que no te dan superpoderes no desestimes los beneficios de las verduras, pues podrían incluso salvarte la vida. Una dieta rica en verduras es una póliza de extensión de vida, ya sea en cantidad o calidad. Y aquí es importante la variedad pues no hay una sola verdura o fruta que tenga todos los nutrientes que necesitamos para la salud.
La presión arterial, el ritmo cardiaco y el sistema digestivo son los primeros beneficiarios cuando eliges una dieta rica en verduras y frutas.
La inclusión de más vegetales en tu dieta te ayuda con:
Enfermedades cardiovasculares: Reduce el riesgo de enfermedades en el corazón y accidentes cerebrovascular. Cuanto más, menor será la probabilidad de desarrollar enfermedades de este tipo. Los vegetales de hojas verdes y los cítricos son los mejores para este fin.
Presión sanguínea: Los pacientes con presión arterial alta que siguen una dieta rica en frutas y verduras, reducen su presión arterial sistólica. La presión arterial disminuye aún más cuando algunos de los carbohidratos se cambiaron por grasas insaturadas saludables.
Cáncer: Componentes específicos de ciertas frutas y verduras tienen un efecto protector contra el cáncer. Sin embargo, los estudios científicos aún siguen explorando esta relación en casos concretos.
Diabetes: El consumo de arándanos, uvas y manzanas está asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Además, un mayor consumo de zumo de fruta se asocia con reducir los riesgos de padecerla. Las bayas también son grandes aliadas.
No hay duda que la dieta es fundamental en el cuidado de nuestra salud, así que en tus manos está el riesgo que quieras correr.