¿Alguna vez has tenido la duda de si es mejor darte una ducha con agua caliente o fría? Aunque en ciertas ocasiones tu elección está determinada por el clima, es importante que conozcas que cualquiera de las dos opciones te brindará grandes beneficios tanto para tu salud física como mental.
¿Deseas conocer cuáles son? A continuación, te compartimos los distintos efectos que puede tener tanto un baño de agua fría como uno caliente. ¡Toma nota!
Sabemos que es una excelente opción para refrescarse en época de calor, pero una de las principales ventajas es que favorece la circulación sanguínea. El agua fría provoca un efecto llamado vasoconstricción, lo que hace que la sangre fluya con más facilidad hacia el corazón.
De hecho, es de gran beneficio en caso de que padezcas de hipertensión o enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que la exposición a temperaturas frías provoca que el sistema circulatorio reduzca la inflamación.
¿Te ha pasado que te levantas somnoliento y al lavarte la cara con agua fría notas un cambio de energía? Esto sucede porque se produce un pequeño shock que aumenta la frecuencia cardíaca generando un estado de alerta. ¡Una ducha con agua helada te mantendrá más despierto por las mañanas!
Otro de los grandes beneficios es que, tras una jornada intensa de ejercicio, ayudará a que tus músculos se relajen y reduzcan la inflamación. ¡No te bañes de inmediato! Al finalizar tu entrenamiento espera unos minutos para que la temperatura de tu cuerpo se estabilice y así evitar un síncope por hidrocución, es decir, un choque térmico que afecta el funcionamiento del corazón.
Sin duda, un baño con agua caliente siempre ha sido una gran opción para relajarse y reflexionar. ¡Ten cuidado! No nos referimos a las temperaturas tan altas porque podrían causarte quemaduras, irritación o dañar tu piel, así que lo más recomendable es que sea entre los 36 a 39 grados centígrados.
Una de las grandes ventajas de los baños con agua caliente es que te ayudan a reducir el estrés. Tras una jornada larga, tu cuerpo se calmará, lo que te hará sentir más tranquilo tanto física como mentalmente.
Además, provoca que los vasos sanguíneos de tu organismo se dilaten. Esto ayuda a reducir las migrañas que en muchas ocasiones son generadas por factores como el estrés, la ansiedad, los cambios hormonales, la falta de descanso, entre otros.
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Si eres mujer y padeces de cólicos con frecuencia en tu período, no dudes en tomar un baño con agua caliente. ¿La razón? El calor ayuda a relajar los músculos del útero, lo que favorece el flujo sanguíneo y la disminución del dolor.
Durante la época de lluvia es habitual que surjan enfermedades virales como la gripe o los resfriados que obstruyen tus fosas nasales. Un excelente remedio para descongestionar y eliminar la mucosidad es optar por un baño con agua caliente porque el vapor hará que tu respiración vuelva a la normalidad, al menos por un tiempo.
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Ambas son excelentes opciones para tomar un baño, pero tu decisión dependerá de los beneficios que quieres conseguir. Eso sí, te recomendamos evitar las temperaturas extremas porque una ducha muy caliente o fría tiende a resecar la piel. Si mientras te bañas observas irregularidades en tu cuerpo, te recomendamos visitar un médico lo antes posible.
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