Comer saludable significa tener más y mejor calidad de vida. La alimentación es la base de tu estado de salud, pues al final somos lo que consumimos.
No se trata de ingerir solo lechuga y agua, pero aquí te dejamos siete hábitos para comer saludable.
Los atletas de alto rendimiento consideran que los alimentos son combustible, así que consumen de acuerdo a lo que van a necesitar, ni más ni menos. Comer bien no significa comer mucho. Las cantidades van en función de tus actividades.
Estamos acostumbrados a realizar tres comidas durante el día. Tres alimentos fuertes en las mismas proporciones y calidad, pero no debe ser así. Es mejor consumir poco y con más frecuencia. Es lo que los nutriólogos llaman “colación”.
Cada dieta es distinta, pero trata de que la mayor cantidad sea poco antes de ser consumida y que previo al descanso consumas lo menos posible.
Las proteínas dan los aminoácidos necesarios para que los músculos funcionen, así que hay que consumirlas en pescados, lácteos, carne de res y leguminosas. Inclúyelas en tu dieta y adminístralas con conciencia.
Un sistema inmunológico saludable es aquel que está bien equilibrado y administrado con proteínas.
La hidratación debe ser permanente. Desde el primer minuto de tu día bebe agua. Un cuerpo hidratado funciona sensiblemente mejor en su metabolismo. El rendimiento está asociado no solo a la nutrición.
El alimento proveniente del mar da proteína absoluta y es una de las mejores formas de comer saludable. Además, la aportación de los ácidos Omega-3 establece una fortaleza antiinflamatoria que ayuda a recuperarse más pronto de cualquier deficiencia.
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El carbohidrato es combustible puro para los músculos.
Al menos la mitad de las calorías diarias deben venir de esta fuente que encuentras en frutas, granos enteros, papas y legumbres.
No puedes estar el cien por ciento cuidando tu alimentación. Incluso los atletas de alto rendimiento se permiten algún lujo de vez en cuando. Esto no significa que comas “basura”, pero sí que de repente ingieras algún gusto frito, horneado o dulce.
En resumen, la dieta debe hacerte feliz al momento de metabolizarla pero también de consumirla. Si tienes hábitos buenos, el mismo cuerpo reaccionará de mejor manera.
Empieza por hacer pequeños cambios, hasta lograr radicales modificaciones en tu dieta rutinaria.