Beber gaseosas es beber azúcar. Así de sencillo. Y el azúcar refinada es veneno si se consume en exceso.
Sus efectos sobre la alimentación sana van más allá de algo temporal.
Y sólo para ponerlo en su justa dimensión consultamos a un equipo de nutriólogos que nos orientaron sobre las consecuencias de consumir una bebida gaseosa al día.
Después de leer esto seguro vas a ir por un vaso de agua porque tu salud es importante.
El azúcar refinada y líquida aumenta la ingesta de calorías.
Al no sentir satisfacción el cerebro pide la misma cantidad de comida, lo que hace multiplicar el consumo. Y el constante consumo de gaseosas impulsa el aumento de peso.
El azúcar tiene fructuosa y glucosa. La glucosa la acepta bien el cuerpo, pero la fructuosa solo la metaboliza el hígado.
Cuando ingieres muchas bebidas azucaradas, el hígado tiene mucho trabajo y no alcanza a procesar todo, así que convierte la fructuosa en grasa y resultado es… pues un hígado graso.
El azúcar aumenta la acumulación de la grasa del vientre pues hace que sea más propenso a almacenar grasa corporal.
La fructosa hace crecer la peligrosa grasa alrededor del abdomen y órganos.
Es decir que el alto consumo de fructosa provoca la acumulación de grasa visceral, la grasa peligrosa que lleva a la enfermedad metabólica.
La insulina lleva la glucosa de la sangre a las células, pero cuando bebemos refrescos azucarados, las células se vuelven resistentes a sus efectos.
Cuando esto sucede, el páncreas debe producir aún más insulina para eliminar la glucosa del torrente sanguíneo, por lo que los niveles de insulina en la sangre suben.
La diabetes tipo 2 afecta a unos 300 millones de personas en el mundo. Se trata del aumento de azúcares en la sangre en el contexto de resistencia a la insulina o una deficiencia en insulina.
Lamentablemente es una enfermedad muy común y que mata silenciosamente.
Por estas cinco y otras razones no sorprende que estudios de centros científicos y universidades de todo el mundo relacionan el consumo de las bebidas azucaradas con varias enfermedades.
Es algo que debes considerar para cuidar la salud de tu familia.
Los refrescos no contienen nutrientes esenciales, solo calorías vacías sin vitaminas, minerales, antioxidantes o fibra. Y por si fuera poco, hacen poco para quitar la sed, menos de lo que hace el agua simple, por ejemplo.