Cuando conduces toda tu atención debe estar en esta tarea, pues si te distraes incluso por un par de segundos, las consecuencias podrían ser bastante graves. Por este motivo la combinación de autos, WhatsApp y redes sociales es, por completo, una mala práctica. Si es una emergencia, lo mejor es detener el vehículo, contestar y luego, continuar la marcha.
Existen algunos efectos negativos a los que estás expuesto si combinas estos tres aspectos y a continuación te los explicaremos.
Cuando utilizas el teléfono mientras conduces alejas tu atención de la vía, aunque sea por algunos segundos, y perderás de vista a peatones que quizá estén atravesando, ciclistas que circulan por el lugar y demás vehículos.
También podrías pasar por alto señales de tránsito u obstáculos que estén en la vía, esto puede provocar un accidente serio.
Es recomendable que dejes una distancia prudente con el vehículo que conduce adelante de ti. Si utilizas tu teléfono para revisar tus redes sociales o charlar en WhatsApp, el tiempo de reacción que necesitas será mayor, por lo que será más difícil esquivar obstáculos, frenar o detenerte ante un semáforo en rojo.
El uso de tu celular puede hacer que pierdas el control del timón y te salgas del carril en el que vas. Esto puede ocasionar que te accidentes con el vehículo de a la par, dañes las señales de tránsito o peor, afectar a un peatón que va transitando en la vía.
Ante cualquier eventualidad frenarás de forma brusca por no estar atento al camino. En ocasiones puede ser una reacción tardía o porque pensabas que pasaría algo cuando estás distraído con el teléfono. Recuerda que también puedes ocasionar que el vehículo que conduce detrás de ti te colisione.
Al conducir mientras estás revisando tus redes sociales, chateando en WhatsApp o utilizando tu celular en general, tu visión periférica se reduce a tal punto de no prestar atención a lo que pasa en tu entorno. Manejar un vehículo no implica solo estar consiente de la vía sino también de los autos que te rodean.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió un estudio en 2011 realizado en Reino Unido llamado “Teléfonos Móviles, un problema creciente en la distracción de los conductores” y reveló que la distracción ocasionada por los celulares es peor que los efectos que provoca manejar un nivel de alcohol por encima del límite.
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