Muchas personas piensan que un seguro de vida solo sirve cuando ya no estás, pero ¿sabías que también puede ser una herramienta financiera poderosa en tu futuro? Existen aspectos clave que pocas veces se mencionan y que marcarán la diferencia en tu estabilidad económica y la de tu familia.
Para aclarar todas estas dudas, entrevistamos a Packy Ramírez, Coordinadora Comercial de Vida y Gastos Médicos de Líneas Personales; William del Águila, Jefe de Agencia Digital del Canal de Agentes Exclusivos; y Luis Ortiz, Gerente Comercial del Canal de Agentes Exclusivos, quienes nos explicaron los secretos mejor guardados sobre los seguros de vida y cómo aprovecharlos al máximo.
Contrario a lo que muchos creen, no necesitas fallecer para que tu seguro de vida entre en acción. Existen distintos beneficios que puedes utilizar mientras estás con vida, como la devolución de primas al finalizar el período contratado si no hiciste uso del seguro (menos IVA y gastos de emisión).
También accederás a coberturas en caso de enfermedad terminal o invalidez e incluso recibir una indemnización por la pérdida de algún miembro del cuerpo a causa de un accidente. Es importante que al contratar una póliza, resuelvas todas tus dudas y verifiques los beneficios que incluye.
Contar solo con un plan funerario no es suficiente. Como explicó Luis Ortiz, este tipo de productos suelen cubrir únicamente el servicio de capilla y el nicho o la tierra en calidad de arrendamiento. Además, es importante considerar que ese dinero no queda en manos de tu familia, sino que va directamente a la funeraria, limitando así el apoyo económico real para tus seres queridos.
Pero ¿qué pasa con los gastos legales, los impuestos o los timbres al heredar una propiedad? William del Águila recalcó que estos trámites son costosos y tardados, y muchas familias terminan endeudándose para resolverlos. Un seguro de vida, en cambio, te respalda en todo ese proceso y evita que tus seres queridos enfrenten cargas financieras inesperadas.
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Packy Ramírez destacó que un seguro de vida es una herramienta esencial para proteger el futuro económico de quienes más amas. No se trata solo de deudas pendientes, sino de todos los gastos que surgen al fallecer una persona: servicios médicos, entierro, velorio, trámites legales y sucesiones. Incluso si crees que nadie depende de ti, siempre habrá alguien que deberá asumir esas responsabilidades. Tener una póliza contratada te permite anticiparse y garantizar que tu familia no enfrente dificultades económicas en medio del dolor.
Un seguro de vida es un acto de amor. William del Águila menciona que no importa si eres soltero o no tienes hijos, si eres un apoyo económico para tus padres o personas cercanas, tu ausencia puede impactarlos fuertemente. Tener una póliza es garantizar que ellos estén protegidos si algo te llegara a pasar.
Packy Ramírez explicó que, aunque la ley permite designar como beneficiario a cualquier persona individual o jurídica, es fundamental hacerlo con responsabilidad. La aseguradora verifica que exista un interés real de protección, especialmente para evitar fraudes o usos indebidos.
Por eso, lo ideal es nombrar a personas que verdaderamente se verían afectadas con tu ausencia, como familiares directos o quienes asumirán tus compromisos pendientes. Si decides designar a alguien fuera del núcleo familiar, deberás justificar por qué esa persona merece ese respaldo. Elegir bien es asegurar que tu apoyo llegue a quien realmente lo necesita.
Estos son solo algunos de los secretos que pocos conocen sobre un seguro de vida, pero que pueden marcar una gran diferencia cuando más se necesita. Contratar una póliza es una inversión en tranquilidad, respaldo y prevención. Más allá de cubrir una ausencia, representa un acto consciente de amor y responsabilidad hacia quienes más te importan.
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