Tomar tus llaves y comenzar a conducir es una de las mejores sensaciones que existen, pues tienes la libertad de ir y venir cuando y como quieras, viajas más cómodo y no tienes que pasar largas filas para poder abordar el transporte público. Sin embargo, también supone un gran compromiso porque no solo eres responsable de lo que pasa dentro de tu vehículo, sino también debes velar por el bienestar de las personas de afuera.
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