El virus del Chikungunya tiene en alerta a varios países y la información es la mejor de las armas para combatirlo. Pero comencemos por saber qué es el chikungunya para poder enfrentarlo. Se trata de un virus muy extendido en América que provoca alta fiebre y dolores de cabeza, músculos y articulaciones. Rara vez deriva en muerte, pero el dolor puede permanecer por años.
La Organización Mundial de la Salud señala que las complicaciones aparecen más en menores de 1 año o en mayores de 65, particularmente si padecen hipertensión o diabetes.
Se parece al dengue y a otros virus que transmiten los mosquitos. Quienes lo adquieren pueden llegar a no tener ningún síntoma o de ser así a manifestarlos entre el día 1 y 12 de la picadura del mosco, del cual solo la hembra es la portadora.
Alta fiebre. Este es el signo más frecuente. Alcanza hasta los 40 grados centígrados y dura de dos a cinco días.
Dolor en las articulaciones. Ya sea que se presente o no inflamación el dolor en columna, hombros, codos y rodillas puede ser intenso. Se agrava por las mañanas y empeora si se realizan movimientos bruscos.
Dolor muscular. Es severo y llega a ser incapacitante ya que es muy complicado realizar cualquier actividad física además que el paciente percibe una debilidad importante.
Dolor de cabeza. Es intenso y suele acompañarse de náuseas que llegan a confundirse con algún malestar estomacal.
Erupciones en la piel. Hay presencia de manchas rojas que pueden dar una intensa comezón.
En la gran mayoría de los pacientes, los síntomas desaparecen en un plazo aproximado de 1 a 3 semanas. Es posible que haya alguna recaída en algunos meses o incluso en años, pero la recuperación del paciente suele ser total.
A veces pueden presentarse algunas secuelas neurológicas o dermatológicas, pero son de una baja incidencia.
Si los síntomas persisten por más de 10 semanas se le califica como chikungunya crónico, pero la buena noticia es que la enfermedad produce una autoimunidad, es decir que solo se padece una vez en la vida.
El chikungunya es mortal solo en el 0.4% de los afectados, cuando los pacientes tienen un sistema inmunológico debilitado.
Uno de los grupos más vulnerables son los niños y los adultos mayores. Así que la mejor forma de cuidarlos es eliminar o fumigar todas las fuentes donde vivan los mosquitos tales como acumulaciones de agua al aire libre.
Si aparece alguno de los síntomas, es conveniente acudir de inmediato a recibir atención médica. Las embarazadas sí pueden transmitirlo al bebe, así que ellas deben extremar precauciones.