La creencia tradicional es que no debe haber viajes durante el embarazo, pero no es así, al menos no tan riguroso.
Ya sea por placer o por cuestiones de negocios, las embarazadas tienen que seguir con su vida, pero ahora deben tener ciertas consideraciones.
Si tienes que transportarte vía aérea, considera estos consejos para viajar durante el embarazo. Así la salud tanto del bebé como de la madre estará bien vigilada.
El primero que debe saber tus intenciones es el médico. Infórmale qué tipo de viaje será, para qué y en qué circunstancias. Basándose en el tiempo de gestación, solo él podrá decir si recomienda o no el viaje.
El primer trimestre viene con varios nuevos síntomas y es el espacio en que las amenazas de aborto son mayores, mientras que en el tercer trimestre ya se presenta más peso, cansancio y agobio, además de estar latente el parto, por lo cual el segundo trimestre es el momento más propicio para viajar.
1. Viste ropa holgada y cómoda que permita la libre circulación sanguínea.
2. Lleva agua en todo momento, pues la deshidratación es más rápida.
3. Come algo ligero antes de abordar y lleva algo para enfrentar la sensación de vacío o las náuseas.
4. Lleva tus informes médicos y las indicaciones en tu idioma y en el idioma que se utilice en tu destino.
Por regla, las aerolíneas no permiten abordar a embarazadas con más de 34 a 36 semanas de gestación y en caso de hacerlo exigen un documento firmado donde se les exonere de cualquier responsabilidad.
Aeroméxico. A partir de las 34 semanas ya no permiten subir al avión ni siquiera presentando un certificado médico.
United Airlines. No hay restricción alguna si estás en 28 semanas o menos, pero si sobrepasas ese tiempo te piden un certificado médico. Después de las 36 semanas ya no te dan tu pase de abordaje.
American Airlines. Permite viajar hasta la semana 36 siempre que presentes un certificado médico.
Copa Airlines. Permite que viajen embarazadas de hasta ocho meses, siempre y cuando lleven consigo un certificado médico y les exoneren de cualquier responsabilidad.
Todo es cuestión de responsabilidad. Si el médico da autorización, entonces tu bebé y tú podrán volar. La ventaja, por ahora, es que solo pagarás un boleto, pues el otro pasajero lo llevas tú misma.